La jornada electoral de este domingo 4 de julio en Oaxaca no puede calificarse más que cómo una manifestación de civilidad, la participación derrotó al abstencionismo y a la violencia, en todo el estado no hubo sino leves incidentes nada comparado con lo que se auguraba y con los hechos, sangrientos incluso, ocurridos en los meses previos y durante las campañas.
De acuerdo con los datos del Programa de Resultados Electorales Preeliminares (PREP) con l 87.,99 de las casillas computadas, el 55.6% del electorado acudió a las urnas a emitir su voto, contra un 44.4% que decidió no hacerlo.
Esta amplia participación ciudadana no se veía desde hace muchos años en el estado. La jornada electoral que le dio un dudoso triunfo al actual gobernador, Ulises Ruíz Ortiz en agosto de 2004 sólo alcanzó su tope histórico al llegar al 46.2 % de participación.
Hasta ese momento el abstencionismo siempre había rebasado el 50%, la falta de propuestas atractivas de los partidos políticos hacia la ciudadanía, las campañas basadas en insultos y amenazas que ahuyentan al electorado de la contienda, y finalmente los hechos violentos que alarman e implantan un clima adverso eran algunas de las causas.
Los resultados en cuanto a participación en la jornada de este cuatro de julio demuestran un avance en la cultura electoral de los oaxaqueños o por lo menos el grado de hartazgo de un pueblo empobrecido y mil veces utilizado. En las colonias de la periferia de la ciudad, las zonas marginadas, se veía a los pobladores ir masivamente a recibir despensas y cualquier regalo electorero mientras comentaban “que nos den todo lo que quieran, que al fin es nuestro dinero, pero no votaremos por ellos”. (Seguir leyendo...)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario